Si yo hubiera estado en el desfile de Louis Vuitton Spring/Summer 2012 en Paris Fashion Week no solo se me hubiera puesto la piel chinita como me pasó con Cherry Project yo creo que hasta hubiera llorado. Cualquiera que no crea que la moda es un arte tiene que ver este desfile y lo hará cambiar totalmente de parecer.
El desfile se llevó a cabo en sobre una plataforma circular, en el centro tenía un carrusel y las modelos salían del carrusel, daban una vuelta a la plataforma y salían de escena. Todo acompañado por una música que iba de la mano con el concepto de la forma más perfecta. El carrusel una obra de diseño delicada e impresionante. Cada detalle fue perfectamente cuidad para ir de la mano con una trama que te envolvía en un cuento de hadas.
Realmente nunca he sido fan de la ropa de Louis Vuitton, ya sé pecado. Y la verdad esta vez la ropa tampoco me encantó. ¿Es bonita? Sí. ¿Hay piezas muy lindas? Claro. ¿Tiene una calidad impecable? Por supuesto. Solamente no soy fan.
Tampoco soy fan de sus bolsas, ya sé mándenme a la hoguera, pero si algo me gusta (y no siempre) son sus zapatos. En esta justamente los zapatos fueron lo primero que me llamaron la atención, todos en punta triangular y lo más padre es que la mayoría tenían algún elemento metálico; muy padres. Me recordaron a unos de Givenchy negros con tacón bajo y punta metálica que les había mostrado por las fechas de agosto.
Toda la ropa muy femenina, resaltando las flores y plumas en la pasarela. Ninguna figura muy marcada, todo a mi parecer partía de una forma muy circular.
Las modelos fueron elegidas a la perfección, ninguna caminó fuera de tiempo (bueno, creo que solo una, pero no se notó mucho) y todas tan hermosas como princesas de cuentos de hadas. Para cerrar el desfile estuvo la top model Kate Moss, no me gustó nada como desfiló. Creo que fue lo único malo del desfile. Ya sé, fans de Kate Moss aviéntenme piedras. Pero se veía muy bonita y me gustó su vestido.
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